Hay que tener cuidado, si se ignora, o no se tiene en cuenta, aquello que puede hacer de nuestra oferta algo único -o al menos, diferente- y tratamos de ser todo para todo el mundo, se perderá la identidad y terminaremos siendo " nada para nadie ".
Hay varios casos que ilustran este deterioro. Por ejemplo:
Chevrolet en EEUU, fabricaba el prototipo de coche para la clase media norteamericana, dominando cómodamente este segmento que era el más importante del sector y en lugar de reinventarse y diferenciarse en este segmento decidieron, confundidos por su éxito, expandir el concepto. Quisieron hacer Chevrolets caros, deportivos, vehículos pequeños, para trabajar, camiones etc... . Su diferenciación se desvaneció, así como su cuota de mercado y ingresos. La marca, en una época, la más vendida en EEUU, ha sido superada por Honda, Ford y Toyota.
Otro ejemplo, y este por culpa de pasar por alto los cambios en el mercado, la idea diferenciadora puede perder importancia. DEC fue el primero en complicarle la vida a IBM mientras otros trataban imitarla, DEC creo una nueva categoría, los minicomputers, con lo que su cifra de negocio llego a cotas muy altas. Sin embargo ignoró el desarrollo tecnológico, que permitió a los PC transformarse en las estrellas informáticas de las empresas. La diferenciación de ser "mini" perdió importancia y DEC no se dio cuenta. Por eso desapareció y sus activos pasaron a Compaq, una de las estrellas del PC.
Si una empresa se queda a la sombra de sus grandes competidores y busca diferenciarse, será siempre débil. Es el caso de Westinghouse, siempre a la sombra de General Electric., hoy ya no está con nosotros. Otro ejemplo es el de Goodrich, podría haber reinventado la rueda, pero Goodyear se hubiera llevado todo el mérito debido a la confusión que ocasionaba su nombre con su competidor de mayor tamaño. A Goodrich les ha sido casi imposible separarse en la mente de sus consumidores potenciales.
Además no hay que apostar a que volverá la calma. Al contrario, las cosas empeorarán por la sencilla razón de que las opciones parecen fomentar más opciones.
La proliferación de opciones representa otro sistema de retroalimentación positiva, en realidad, es un conjunto de tales sistemas. Cuanta más información nos inunde, más portales de internet, buscadores e infobots serán necesarios para ayudar a enviar más información. Cuantas más lineas telefónicas se tengan, más lineas se necesitarán. Cuantas más patentes, más abogados de patentes y servicios de patentes habrá. Cuantos más libros de cocinas se lean, más necesidad se tendrá de servir algo nuevo a los invitados y más libros de cocina se necesitarán. Las complicaciones producen opciones, las opciones inspiran a la tecnología, la tecnología crea complicación.
Sin la eficiencia de distribución y producción de la era moderna, sin los números de llamada gratuita y envíos rápidos y códigos de barras y scanners y, sobretodo, ordenadores, las posibilidades de elegir no se estarían multiplicando de esta forma. Y ESTO NO ES NADA COMPARADO CON LO QUE VENDRÁ.

















