Ya lo he apuntado en otras publicaciones del blog. Ojo con el aumento de la información. El control de miles y miles de datos, aparte de volvernos locos y ser imposible, es enormemente costoso y para nada rentable. La mente puede soportar solo 4 ideas mas o menos claras a la vez. En ocasiones, la tecnología en el mundo de la información puede convertirse en un gran enemigo.
Los estudios sobre reconocimiento o renombre de marcas no llegan a determinar las razones del comportamiento real del cliente. Todos los conductores son plenamente conscientes de la existencia de Chrysler, Saab o Subaro, pero muy pocos compran sus vehículos. Los estudios de segmentación ayudan a identificar cuáles son los grupos de clientes que más o menos nos interesan. Pero, son útiles?, son aquellos con los que las empresas pueden realmente hacer negocios?. Muchas veces al haber segmentos a los cuales no podemos acceder realmente a través de medios posibles hacen que intentemos ser todo para todos y acabamos siendo nada para todos.
Las tabulaciones cruzadas permiten recortar y desmenuzar los datos para llegar al meollo del asunto, pero... para que?. Gozamos de una infinidad de datos pero ningún indicio de diferenciación real y eficaz para atraer clientes.
Estamos indigestados de comunicación como consecuencia de la telecomunicación. Es necesario tener tiempo para pensar en lo obvio si no nos convertiremos en gente que reacciona, no que piensa. Se necesitan buenos pensadores, pero ojo con los pensadores que no quieren perder su silla a costa de los datos.
La mejor arma que tenemos contra el exceso de información es el sentido común. Hay que confiar en el y utilizarlo, siguiendo este consejo, resolver el problema será mucho más fácil. Esto nos da más tiempo para pensar sobre cómo vender las soluciones a quienquiera que sea. La venta es la parte más dura, es la que realmente requiere más tiempo y energía, ya que en ese punto entraremos en la tierra del ego, de las malas decisiones, de gente con agendas. Pero si se confía en las propias soluciones obvias y evidentes, se presenta el caso cuidadosamente, se cuenta con una gran ventaja.
Y no teniendo suficientemente con la indigestión de datos a la que estamos sometidos aparecen nuevas "tendencias" en análisis de público objetivo como la etnología visual (observando como los clientes interactuan con el producto), neurociencia para evaluar las marcas, avisos y mensajes. También aparecen estudios sobre la forma en que la mente humana procesa estímulos, por ejemplo, anuncios. Con todo esto NOS VAMOS DETRÁS DE LA REALIDAD.
Pongamos que partimos de una idea obvia y diferenciadora, y contamos con un estudio de mercado en el cual está trabajando un equipo que prioriza esa idea obvia y diferenciadora por encima de fríos datos, es decir, que saben interpretarlos y analizarlos sin dejarse llevar por cosas superficiales. Pues añadamos más números a la ecuación: Se pueden identificar actitudes en los estudios, pero las actitudes en este momento de sobrecomunicación no son garantía de comportamiento. Más a menudo de lo que creemos, y me atrevería a decir que generalmente, la gente habla de una manera pero se comporta de otra.

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