El primer test de la obviedad se tomó prestado de Charles F.Kettering (1876-1958), un ingeniero de General Motors titular de más de trescientas patentes industriales. Lo tenía colgado en la pared del edificio de General Motors Research en Dayton:
" Este problema, una vez resuelto, será simple "
Lo obvio casi siempre es simple -tan simple que a veces toda una generación de hombres y mujeres han mirado lo obvio sin siquiera verlo-. Si una idea es inteligente, ingeniosa o complicada, debemos sospechar de ella. Probablemente no es obvia.
La historia de las ciencias, las artes y los grandes desarrollos en el mundo de los negocios es una historia de hombres tropezando con soluciones simples para problemas complejos. El sabio proverbio del Sr. Kettering podría ser también: " La solución, una vez encontrada, será obvia ".
También hemos de preguntarnos si la idea o plan se ajusta a la naturaleza humana. Si no se siente que esta idea o plan serán entendidos -y aceptados- por su madre, esposa, hijos, hermanos, hermanas, primos, vecinos, el que trabaja en el escritorio o máquina contigua, el mecánico de su automóvil, su párroco, su peluquero, el gerente del supermercado donde compra su esposa, su secretaria, su compañero de asiento en el tren, sus amigos más cercanos, si no se siente cómodo explicando su idea "obvia" a todas estas personas, probablemente no es tan obvia.
Esta gente la verá en su simple realidad, sin complicarse con conocimientos profesionales o técnicos y libres de las inhibiciones que surgen de la experiencia.
En conjunto, ellos representan un corte transversal de la naturaleza humana y la naturaleza humana hace o deshace cualquier plan o anula la solución a cualquier problema. Es el factor de control de eficacia en la vida y los negocios, en las ciencias y en las artes.
Ya sea que el objetivo implique vender cosas a las personas o conseguir su apoyo, lograr que sigan un curso de acción en particular o inducirles a cambiar un hábito arraigado, si su manera de hacerlo no se ajusta a la naturaleza humana; estará perdiendo el tiempo, dinero y energía tratando de lograr su propósito.
El público es curiosamente obvio en sus reacciones, porque la mente del público es simple, directa y sencilla.
Pasado el filtro de si se ajusta a la naturaleza humana es importante ponerlo en papel. Escriba su idea, plan o proyecto en palabras simples, como si estuviera explicándosela a un niño.
¿Puede hacerlo en dos o tres párrafos cortos, para que así tenga sentido? Si no puede, si la explicación tiene que ser larga, compleja, ingeniosa, entonces es muy probable que no sea obvia. Porque, insisto, "cuando encuentre la respuesta adecuada, será simple".
Ninguna idea o plan, programa o proyecto es obvio a menos que pueda ser entendido y expresado en palabras por gente con un nivel de inteligencia promedio.
Es frecuente que el intento de expresar una idea o describir un plan en papel muestre automáticamente su debilidad o complejidad. A veces hacer esto pondrá de manifiesto cuál es el error en su planteamiento y le llevará a una solución simple y obvia. Ciertamente, ponerlo en papel es una forma rápida de mostrarle lo que tiene o lo que no tiene.
A continuación nos hemos de preguntar si funciona en la mente de la gente. Si cuando ha presentado su idea, delineado su solución a un problema o explicado su plan, proyecto o programa, la gente dice : ¿Pero por qué no pensamos en eso antes?, puede sentirse alentado. Porque las ideas obvias son muy apropiadas para producir esa reacción de "explosión" mental.
En muchos casos, a partir de ese momento todo el problema se habrá solucionado, sin mayores explicaciones o argumentos. Será demasiado obvio como para necesitar consideraciones prolongadas. Sin embargo, incluso con esa reacción, es prudente meditar la decisión durante un día o más, ya que a veces hay defectos ocultos que sólo salen a la luz después de una noche de reposo.
Si una idea o propuesta no funciona, si requiere largas explicaciones y necesita horas de discusiones, una de dos: o no es obvia o no la ha planteado bien para reducirla a la simplicidad obvia.
Si funciona y produce una explosión mental se nota con claridad en lo que la gente opina, en la luz que se despliega en sus rostros, en la aprobación que se lee en sus ojos cuando captan una idea obvia. Éste es uno de los tests infalibles de obviedad.
Como último paso, hemos de saber si es el momento adecuado. Muchas ideas y planes son obvios en sí mismos, pero pueden estar también obviamente "fuera de tiempo". Confirmar que es el momento oportuno es a menudo tan importante como confirmar a eficacia de la idea o plan en sí.
A veces el momento puede haber pasado, definitiva e irrevocablemente; en cuyo caso lao mejor es olvidar esa idea. En otras ocasiones el momento adecuado puede estar en el futuro, lo cual requiere paciencia y , además, estar alerta.
En una ocasión el presidente de una de las grandes compañía de caucho mostró su "armario del futuro". En él guardaba muchos artículos, hechos total o parcialmente de caucho, que se habían adelantado a su tiempo y que en ese momento resultaban extraños. Estos artículos habían sido desarrollados en los laboratorios de investigación de la compañía, pero aún resultaban demasiado costosos para competir con otros artículos, iguales pero fabricados con otros materiales. Así pues, los mantenía guardados "en el estante" hasta que el precio fuera competitivo, bien a través del desarrollo de métodos de producción más económicos o como consecuencia de la subida de costos de los artículos competidores. (Algunos de los productos de ese armario han sido comercializados con éxito y hoy ya son totalmente corrientes.)
Junto a la necesidad de ser simples, saber si es el momento apropiado es quizá el más importante para verificar la obviedad, o no, de un plan o programa.
"Una de las virtudes cardinales, escribió Ralph W.Emerson (1803-1882) en su Diario, es la oportunidad. Mi vecino, fabricante de carruajes, se pasa todo el verano fabricando trineos y todo el invierno está fabricando calesines ligeros y divertidos y carrozas para junio y agosto; así los primeros días de la nueva estación, están listos "...
Estar listo es ser oportuno, y ser oportuno es un requerimiento obvio.









