En otras entradas de este blog escribiré más en profundidad acerca de la vital importancia de las personas en la organización y del como adoptar un nuevo estilo en la manera de definir la estructura de la misma.
En estas lineas pretendo dejar claro la función que ha de cumplir el Marketing en la misma. Fijaos que no defino el Marketing, pronto iré a ello, sin obviar las miles y miles de definiciones que tiene, tampoco caeré en la tentación de ajustarme a la R.A.E. .
En primer lugar prefiero dejar claro que es lo que el Marketing ha de conseguir;
El Marketing ha de ser el eje rector del desarrollo y la competitividad de una organización. Ha de cimentar en la organización un concepto único que la defina, y a la vez, que la haga diferente de los demás (en si, cada organización es diferente, el problema está en que el cliente perciba que sus productos o servicios lo son respecto a la competencia).
Ese eje rector ha de estar definido con claridad y este mismo ha de marcar el camino a seguir, la famosa estrategia. Pero yo iría más allá de la palabra estrategia, la cual, a mi parecer se queda corta pues parece definida tan solo a la comercialización. Yo creo que para reforzar esa comercialización exterior ha de haber también una estrategia interna.
Es decir, todos los pasos que damos en la empresa, no tan solo en el proceso comercial, sino en el de gestión, el financiero, el productivo, en innovación, forman parte de la estrategia. Como he mencionado al principio esto forma parte de una nueva manera de entender una organización interna.
Todo, absolutamente todo, va orientado a dirigir todas las actividades de la empresa hacia las necesidades del mercado final y eso lo consigue el Marketing como filosofía o gran concepto compartido.
Remarco lo de concepto compartido, pues el Marketing no es propiedad tan solo de algunos directivos o responsables, evidentemente que ha de haber unos líderes (ya hablaremos de liderazgo), pero esa filosofía, y es obligación de los líderes y responsables, hacerlo con todos los estamentos de la empresa.
Es decir, el Marketing, en sus orígenes, de los cuales hablaré a continuación, se fraguó como el estudio de la óptica de la demanda, ahora, en un mundo hipercompetitivo como el de hoy es mucho más que eso, no son unos estudios de mercado, unas gráficas de demanda con sus correspondientes curvaturas, no son unos estudios de tendencia, ni grandes presentaciones de los directivos de Marketing de una empresa para crear una gran campaña de lanzamiento de un nuevo producto.
Por la experiencia que tengo en muchas ocasiones esta acción que acabo de definir, aparte de ser las más cara, es la errónea, se acostumbra a hacer para justificar el cargo y agarrarse al sillón. A diferencia de cuando se inició el Marketing, en que la oferta superaba a la demanda, solo se trataba de saber que segmento ocupar para ganar dinero; hoy muchos directivos de Marketing duran menos en las empresas que un caramelo en la puerta de un colegio.
Hablemos ya, de los orígenes del Marketing, este se desarrolló en USA a consecuencia de la crisis de 1929. En otros tiempos existía la "óptica de la oferta", en que la empresa "operaba de dentro a fuera": creaba los productos que estimaba convenientes, de acuerdo con sus posibilidades y vocación, y los lanzaba al mercado sin más. Eran momentos de euforia, de "oferta inferior a demanda" y, naturalmente, pocos problemas había.
Con el transcurso del tiempo, la oferta ha llegado a superar de manera brutal a las necesidades de la demanda (siempre tendremos la duda de si la demanda se crea o ya está creada y se trata de descubrirla. Es el gran quebradero de cabeza). Es así como surgió la "óptica de la demanda", también llamada del MARKETING, que, consistía en estos orígenes, en tener en cuenta (solo tener en cuenta), las necesidades del consumidor, los huecos posibles y, de acuerdo con ellos, crear los productos adecuados.
Hoy en día, como he dicho al principio, la cosa se ha complicado mucho más y las personas de Marketing, ya sean internas en la empresa o asesores haciendo su agosto, intentan buscar soluciones para su organización y dirigirlas a ese público que casi siempre va por delante, se están dando auténticos batacazos.