En los anteriores artículos he descrito el caos existente actualmente en marketing que hace que nos apartemos de lo obvio y se pierda efectividad para conseguir un adecuado posicionamiento estratégico diferencial.
Gran parte de gente del mundo de la publicidad y la comunicación pierden el norte y se olvidan de vender consiguiendo promocionar sus proyectos para con su cliente con trompetas y adornos consiguiendo apartarse totalmente del objetivo.
Recomiendo tres pasos a seguir para reconducir esta situación
Paso 1: Volver a la estrategia
Hay que olvidarse de las emociones afectivas, los vínculos, de ser interesantes o del espectáculo. Las agencias deben reconstruir su prestigio siendo capaces de ayudar a la alta dirección a descubrir la estrategia competitiva correcta para su marca. En pocas palabras, deben ser capaces de ayudar a establecer el punto de diferenciación de una marca.
Cuarenta años atrás se llamó proposición única de venta (Unique Selling Proposition-USP. De la cual he hablado en artículos anteriores). la siguiente generación fue la del Posicionamiento Estratégico, una estrategia competitiva con unos principios inmutables y una metodología (mirar artículos anteriores). En todos los casos es la razón por la cual el cliente preferirá el producto o servicio por encima de todas las opciones existentes.
Esta diferencia es la mejor arma contra esas tonterías sobre "rumores y "colocación de producto". Lamentablemente, la mayoría de estas nuevas herramientas de marketing que están acaparando toda la atención no permiten entregar el mensaje. Sólo sirven para que nuestro nombre esté allí fuera sin ninguna historia vinculada con él.
Pero una estrategia cuidadosamente diseñada es la piedra fundamental para los planes multimedia. Pueden extender el mensaje de venta más allá de la publicidad.
Paso 2: Dramatizar la estrategia
Los creativos tienden a resistirse a un acercamiento estratégico a la publicidad. Para ellos, limita su creatividad. A veces ven la publicidad como una forma de arte. Pero el rol de un buen creativo es tomar la estrategia y dramatizarla de la mejor manera posible involucrando a quienes va dirigida. En cierta forma está dramatizando esa razón para comprar. Podría ser una demostración de producto o una solución notable para un problema percibido, cualquiera que sea, captura la atención de la gente mientras que se hace llegar el mensaje de venta.
Un modelo de lo que quiero decir puede ser BMW. Hace más de veinte años, muchas agencias atacaron a Mercedes-Benz en Estados Unidos con el dramático concepto: "Lo último para sentarse versus lo último para conducir" (The ultimate sitting machine vs.the ultimate driving machine). Hoy todavía siguen con el mismo concepto y con una de las compañías mundiales de automóviles más exitosas. De hecho, unos cuantos después extendieron el concepto a Europa con el "¿Te gusta conducir?", un poco más romántico, pero bastante efectivo. Las grandes estrategias nunca mueren. Tampoco se desvanecen.
Paso 3: Eliminar los premios
Hay que hacer desaparecer todos esos premios creativos como los premios de Cannes y los Clios. Nada daña más a la publicidad, en el largo plazo, que hacer que los creativos piensen que están haciendo películas en lugar de anuncios. Un buen ejemplos es la conocida "Maldición del Clio". Es sabido que un gran número de ganadores de premios Clio perdieron sus cuentas no mucho después de haber llevado a casa sus estatuillas. Todo esto ha desgastado la percepción de que las agencias son estratégicas en su trabajo.
Sería como entregar premios a los abogados por su creatividad en los juicios. Se supone que las agencias deben ser profesionales ayudando a sus clientes a resolver sus problemas y a vender productos. Su premio debería ser mantener la cuenta.
Además, los clientes son bastante conscientes de que los premios se dan más para ayudar a las agencias a conseguir más clientes que para ayudar a los clientes a conseguir más negocios. Es obvio que ésta no es una idea que ayude al sector.












